Tania Candiani

La pieza es un homenaje a la heroína popular y activista mexicano-estadounidense Modesta Ávila. Nacida en el condado de Orange, California; Ávila heredó tierras de su madre cerca de lo que se convertiría en la estación de tren de Capistrano. Cuando se inició la construcción de la ruta de Santa Fe frente a su propiedad, exigió 10.000 dólares como compensación. Fuentes locales dicen que ató una cuerda de tender con su ropa a lo largo de la vía, pero otros informes dicen que colocó una traviesa de ferrocarril a través de las vías y erigió un poste de cerca entre los rieles al que adjuntó una nota de protesta que decía: «Esta tierra me pertenece. Y si el ferrocarril quiere pasar por aquí, tendrá que pagarme diez mil dólares».

Finalmente, la compañía ferroviaria la disuadió, pero nunca recibió una compensación adecuada y, en parte debido a sus protestas contra la ruta de Santa Fe, terminó muriendo de fiebre en la prisión de San Quintín, solo unos meses antes de cumplir su condena completa.

La instalación de Candiani no solo destaca la figura de Ávila como figura de resistencia contra la compañía ferroviaria, sino que también invita a reflexionar sobre las narrativas históricas no contadas y las injusticias sufridas por comunidades marginadas durante la expansión ferroviaria en Estados Unidos. A través de esta pieza se pretende visibilizar y reivindicar las historias de resistencia de mujeres como Ávila, resaltando su valentía y la relevancia de sus acciones en la lucha por la justicia social.

La obra forma parte de la exposición «The Other Side of the Tracks» (El otro lado de la vías), que reúne a artistas de comunidades históricamente excluidas para ofrecer perspectivas alternativas sobre la historia del ferrocarril en Estados Unidos.