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Sonido de la labor

Curadora

Ibis Hernández Abascal

Sede

XIII Havana Biennial

DETALLES DEL PROYECTO

El sonido de la labor se compone de cuatro piezas que podrían funcionar con relativa autonomía, pero alcanzan su más elevada dimensión poético-simbólica en la condición de obra única.

Este proyecto muestra la interrelación entre las artes visuales y los elementos sónicos asociados al universo del trabajo.

Como una sonata total en sus diferentes movimientos, El sonido de la labor integra en su estructura cuatro piezas que, si bien podrían funcionar con relativa autonomía, alcanzan su más elevada dimensión poético-simbólica en la condición de obra única. Aquí, Candiani insiste en esa particular orientación de su quehacer artístico, que fragua como resultado de una acertada pesquisa en torno a las posibilidades de encuentro e interrelación entre las artes visuales y los elementos sónicos asociados al universo del trabajo.
Del mismo modo que han constituido motivación y materia prima para la producción de obras anteriores el sonido de la molienda de la grana cochinilla, el perifoneo del vendedor, o la magia y pericia desplegadas para conversión de un telar en instrumento musical, en esta oportunidad sirven de fuente de inspiración a la artista los cantos entonados por los esclavos en las plantaciones cañeras de la región de Trinidad, el oficio de lector de tabaquería –proclamado Patrimonio Cultural de la Nación Cubana– y el discreto repiquetear de los bolillos utilizados por nuestras artesanas en el tejido manual, en esta ocasión, sustituidos por lápices.

Considerado en toda su extensión, el proyecto revela múltiples propósitos y camadas de significado. Conceder distinción a las tradiciones de un territorio en sus particularidades y desplazarlas hacia los dominios de lo contemporáneo –ya sea a través de las prácticas colaborativas e interdisciplinarias, de la inserción del espíritu performático en sus dinámicas, o de su reelaboración en el lenguaje audiovisual-, no bastarían para otorgar el grado de contundencia estética e intelectual que alcanza esta obra en su conjunto. Y es que Candiani tiene la habilidad de ponderar la tradición y al mismo tiempo perturbarla, de contaminarla con temas y reflexiones de interés actual. Así, por ejemplo, atrapa en el encaje de bolillo más delicado, contenidos de la agenda feminista relativos a las cadenas de cuidado y a las mujeres migrantes, o nutre con textos asociados a problemáticas de la condición femenina, el repertorio literario escogido para ser escuchado en la voz de una lectora por un auditorio de costureras –ya no de torcedores- mientras laboran en su taller.

De igual modo, y manteniendo como punto de enlace el sonido de la labor, vuelve su mirada hacia la historia de la Isla en la etapa colonial e insiste en rememorar los cantos provenientes de los barracones y campos de caña; tonadas estas que alguna vez fueron escuchadas allí, donde la sangre y el sudor esclavos produjeron la sustanciosa plusvalía que afianzó el poder de la “sacarocracia” cubana, empeñada en levantar “castillos de azúcar sobre los suelos quemados de Cuba”, como bien expresara el escritor uruguayo Eduardo Galeano.

Siendo esta una nota previa a la presentación de esta obra, apelo a la sensibilidad y al apoyo imprescindible de todos los involucrados para que El sonido de la labor llegue a escucharse en toda su dimensión. ¡Que así sea!

Ibis Hernández Abascal
Curadora

 

https://taniacandiani.com/wp-content/uploads/2021/11/El-sonido-de-la-labor.-CANDIANI.-ESP.pdf